A price above rubies
Buenas noches mis lectores, he tenido como saben una semana muy pesada, pero aquí estamos.
Viendo nuevamente esta película "A price above rubies", es una de mis favoritas y no porque implique el judaísmo (ortodoxo) ni nada por el estilo. Sino la protagonista es el personaje que llama realmente la atención.
La relación con mi abejita, va progresando despacio, como acordamos, esta semana no pudimos salir, no porque no me dieran permiso, claro soy una mujer de más de 30 años (recuerden que explique que hasta que no se case la mujer, sigue en casa de su familia), sino que por su problema y por unos estudios tuvimos que pasar este fin de semana sin vernos, pero claro, nos vemos dos veces por semana. Hemos aprendido de cada quién lo que dejamos ver y hablamos de muchos temas, desde lo más absurdo hasta lo más profundo. Y eso me hace sentir alegría, demasiada alegría.
Salí sola este fin de semana, a pasear relajada sin que nadie fuera conmigo, fue hermoso, hacia tiempo que no lo hacia, precisamente desde que tengo mi problema de salud, pero esta vez lo hice, porque no estaba de buenas con mi madre, por lo de la semana pasada, de lo cual no me arrepiento, pero ya vamos de gane, ya se le paso el coraje, pero ya no le hablo de mi abejita. La salida fue bastante divertida, platique con las personas que me atendieron, si, aun con mi introversión, puedo socializar cuando necesito que hacerlo. Hasta fui al Starbucks sola, porque normalmente voy con mi hermano, fue un buen fin de semana, exceptuando que no pude salir con él.
Viendo nuevamente esta película "A price above rubies", es una de mis favoritas y no porque implique el judaísmo (ortodoxo) ni nada por el estilo. Sino la protagonista es el personaje que llama realmente la atención.
La relación con mi abejita, va progresando despacio, como acordamos, esta semana no pudimos salir, no porque no me dieran permiso, claro soy una mujer de más de 30 años (recuerden que explique que hasta que no se case la mujer, sigue en casa de su familia), sino que por su problema y por unos estudios tuvimos que pasar este fin de semana sin vernos, pero claro, nos vemos dos veces por semana. Hemos aprendido de cada quién lo que dejamos ver y hablamos de muchos temas, desde lo más absurdo hasta lo más profundo. Y eso me hace sentir alegría, demasiada alegría.
Salí sola este fin de semana, a pasear relajada sin que nadie fuera conmigo, fue hermoso, hacia tiempo que no lo hacia, precisamente desde que tengo mi problema de salud, pero esta vez lo hice, porque no estaba de buenas con mi madre, por lo de la semana pasada, de lo cual no me arrepiento, pero ya vamos de gane, ya se le paso el coraje, pero ya no le hablo de mi abejita. La salida fue bastante divertida, platique con las personas que me atendieron, si, aun con mi introversión, puedo socializar cuando necesito que hacerlo. Hasta fui al Starbucks sola, porque normalmente voy con mi hermano, fue un buen fin de semana, exceptuando que no pude salir con él.
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